Si te dijéramos que el chocolate al que estás acostumbrado a comer no es enteramente cacao, ¿te estaría mintiendo…? Resulta que no.
El chocolate es un derivado del cacao, obtenido a través de transformar su grano mediante diversos procesos industriales y añadiéndole manteca de cacao, azúcares y otros ingredientes. Por el contrario, el cacao es su materia prima: el fruto directo del árbol, natural, puro y con mayores beneficios nutricionales.
Entonces... ¿Donde recae el problema?
El chocolate ciertamente es delicioso, pero los productos comerciales que compramos a diario suelen llevar ingredientes y procesos que reducen sus beneficios y pueden generar efectos negativos para la salud. De que manera, te preguntaras? Añadiendo grandes cantidades de leche en polvo, azúcar, manteca de cacao y aceites vegetales, reduciendo el porcentaje de cacao real dentro del chocolate y en consecuencia diluyendo sus beneficios naturales. Según un estudio sobre el contenido nutricional del chocolate comercial, la mayor parte de las marcas evaluadas tienen una proporción de cacao inferior al 40 % (Hashem, He & MacGregor, 2019). Esto significa que los compuestos bioactivos del cacao —como los flavonoides o el magnesio— se ven diluidos por el exceso de azúcar y grasas no saludables.
Añadir ingredientes como los antes mencionados en los productos que a diario consumimos aportan una cantidad importante de calorías vacías y grasas saturadas que, consumidas con frecuencia, aumentan el riesgo de sobrepeso y enfermedades metabólicas. Por ejemplo, se ha reportado que el chocolate puede contener alrededor de 54.8 g de azúcar por cada 100 g, de los cuales aproximadamente 46.3 g son azúcares añadidos, además de 36 g de grasa total y 21.6 g de grasa saturada (Journal of Chemical Health Risks, 2024).
Los procesos industriales a los cuales es sometido el chocolate comercial tales como el tostado, la alcalinización y el refinado reducen drásticamente los polifenoles, flavonoides y antioxidantes naturales del cacao (Bretón-Rosado, 2015). Dichos compuestos son precisamente los que le otorgan sus propiedades beneficiosas, como la capacidad antioxidante y su aporte de minerales esenciales.
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Bretón-Rosado, E. (2015). Cocoa Processing and Impact on Composition. En V. Preedy (Ed.), Processing and Impact on Active Components in Food (pp. 729–736). Elsevier. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/B9780124046993000731
Hashem, K., He, F. J., & MacGregor, G. A. (2019). Cross-sectional survey of the amount of sugar and energy in chocolate confectionery sold in the UK in 1992 and 2017. Nutrients, 11(8), 1798. https://doi.org/10.3390/nu11081798
Journal of Chemical Health Risks. (2024). Nutritional composition of chocolate per 100 g. Journal of Chemical Health Risks, 14(6), 206–217. https://jchr.org/index.php/JCHR/article/download/6676/3992/12550